dios del vino y del placer, estaba entre los
dioses más populares. Los griegos dedicaban muchos festivales a este dios
telúrico, y en algunas regiones llegó a ser tan importante como Zeus. A menudo
lo acompañaba una hueste de dioses fantásticos que incluía a sátiros, centauros
y ninfas. Los sátiros eran criaturas con piernas de cabra y la parte superior
del cuerpo era simiesca o humana. Los centauros tenían la cabeza y el torso de
hombre y el resto del cuerpo de caballo. Las hermosas y encantadoras ninfas frecuentaban
bosques y selvas.
mitología griega
domingo, 24 de abril de 2016
Hermes
En la mitología griega, mensajero de los dioses, hijo del dios Zeus y de
Maya, la hija del titán Atlas. Como especial servidor y correo de Zeus, Hermes
tenía un sombrero y sandalias aladas y llevaba un caduceo de oro, o varita
mágica, con serpientes enrolladas y alas en la parte superior. Guiaba a las
almas de los muertos hacia el submundo y se creía que poseía poderes mágicos
sobre el sueño. Hermes era también el dios del comercio, protector de
comerciantes y pastores. Como divinidad de los atletas, protegía los gimnasios
y los estadios, y se lo consideraba responsable tanto de la buena suerte como
de la abundancia. A pesar de sus virtuosas características, también era un
peligroso enemigo, embaucador y ladrón.
El día de su nacimiento robó el rebaño de su hermano, el dios del sol Apolo, oscureciendo su camino al hacer que la manada anduviera hacia atrás. Al enfrentarse con Apolo, Hermes negó haber robado. Los hermanos acabaron reconciliándose cuando Hermes le dio a Apolo su lira, recién inventada. En el primitivo arte griego, se representaba a Hermes como un hombre maduro y barbado; en el arte clásico, como un joven atlético, desnudo e imberbe como puede comprobarse en el Hermes de Praxíteles, en Olimpia.
El día de su nacimiento robó el rebaño de su hermano, el dios del sol Apolo, oscureciendo su camino al hacer que la manada anduviera hacia atrás. Al enfrentarse con Apolo, Hermes negó haber robado. Los hermanos acabaron reconciliándose cuando Hermes le dio a Apolo su lira, recién inventada. En el primitivo arte griego, se representaba a Hermes como un hombre maduro y barbado; en el arte clásico, como un joven atlético, desnudo e imberbe como puede comprobarse en el Hermes de Praxíteles, en Olimpia.
Ares
En la mitología griega, dios de la guerra e hijo
de Zeus, rey de los dioses, y de su esposa Hera. Ares es representado con
coraza, casco, escudo y tina espada manchada de sangre. Tiene un cuerpo enorme
y suele ir acompañado de sus hijos Deimos (Temor) y Fobo (Terror). Agresivo y
sanguinario, Ares personificaba la brutal naturaleza de la guerra, y era
impopular tanto para los dioses como para los seres humanos.
A pesar de su
pasión por la guerra, es derrotado en numerosas oportunidades. Seguramente la
tradición se esfuerza en demostrar que la fuerza bruta, sin ningún ideal de por
medio, es fácilmente susceptible de ser vencida. Ares no era invencible, ni
siquiera frente a los mortales. Es así como se lo ve derrotado en la Titanomaquia
(Guerra de Titanes) ; burlado por Heracles, humillado por Atenea y herido, por
un mortal (Diomedes), durante la guerra de Troya.
La colina de
Atenas que lleva el nombre de Areópago, en donde se reunía el tribunal que
juzgaba los crímenes de origen religioso. Va unido a Ares por el siguiente
mito; los dioses habían culpado a Ares por la muerte del hijo de Poseidón,
llamado Halirrotio. Pero Ares se liberó de esta acusación alegando que lo había
matado porque intentó violar a su hija, Acipea. Era la palabra del dios Ares
contra el dios Poseidón, ya que Halirrotio estaba muerto. Nadie confiaba en el
testimonio de Ares, pero finalmente los dioses, tuvieron que absolver al dios
de la guerra, porque Acipea testificó a favor de su padre.
El culto de Ares, que se creía originario de Tracia,
no estaba muy difundido en la antigua Grecia y, donde existía, carecía de
significación social o moral. Los romanos lo identificaban con Marte, también
un dios de la guerra
Poseidón
En la mitología griega, dios del mar, hijo del
titán Cronos y la titánide Rea, y hermano de Zeus y Hades. Corno Poseidón
necesitaba una esposa para compartir el reino de los mares, se fijó primero en
la Nereida Tetis y la cortejó con gran caballerosidad, colmándola de regalos
preciosos. Pero Temis advirtió al dios que debía tener cuidado, porque la
descendencia que tuviera con Tetis llegaría a ser más importante que el mismo Poseidón.
Esto hizo desistir inmediatamente al dios de su idea de matrimonio con Tetis y
comenzó a poner su atención en otra nereida llamada Anfitrite (cuyo nombre
significa “la que fluye alrededor”).
Sin embargo,
ocurrió esta vez que la nereida rechazó abruptamente los requerimientos del
dios y cuando comprobó que Poseidón no dejaría de cortejarla tan fácilmente,
Anfitrite se escapó hacia el monte Atlas. Pero al fin y al cabo Poseidón era un
dios y luego del reparto de los reinos con sus hermanos, había aprendido que
debía pelear por aquello que deseaba, entonces envió unos mensajeros para que
trajeran a la nereida de regreso, donde se destacó la Delfina, al lograr el
matrimonio con Poseidón. Como agradecimiento la Delfina se transformó en la
constelación Delfín.
Poseidón, sin
embargo, tuvo otros numerosos amores, especialmente con ninfas de los
manantiales y las fuentes, y fue padre de varios hijos famosos por su
salvajismo y crueldad, entre ellos el gigante Orión y el cíclope Polifemo.
Poseidón y la gorgona Medusa fueron los padres de Pegaso, el famoso caballo
alado.
Poseidón
desempeña un papel importante en numerosos mitos y leyendas griegos. Disputó
sin éxito con Atenea, diosa de la sabiduría, por el control de Atenas. Cuando
Apolo, dios del sol, y él decidieron ayudar a Laomedonte, rey de Troya, a
construir la muralla de la ciudad, éste se negó a pagarles el salario
convenido. La venganza de Poseidón contra Troya no tuvo límites. Envió un
terrible monstruo marino a que devastara la tierra y, durante la guerra de
Troya, se puso de lado de los griegos.
A Poseidón se
lo representaba de pie sobre las olas o en un carro de ruedas de oro formado
por un caracol gigante y conducido por caballos marinos; siempre era seguido
por peces, delfines, nereidas y genios marinos. El emblema que eligió el dios
fue el caballo, ya que siempre dijo que este animal había sido creado por él.
Su única arma era el tridente, con el que agitaba las aguas y podía hacer
naufragar los barcos.
Su figura es
muy parecida a la de su hermano Zeus, con larga barba y majestuosa, de cuerpo
robusto y hermoso y siempre acompañado del tridente, símbolo de poder. Aparece
acompañado por un delfín, o bien montado en un carro tirado por briosos seres
marinos. Los romanos identificaban a Poseidón con su dios del mar, Neptuno.
Hades
En la mitología griega, dios de los muertos. Era hijo del titán Cronos y
de la titánide Rea y hermano de Zeus y Poseidón. Cuando los tres hermanos se
repartieron el universo después de haber derrocado a su padre, Cronos, a Hades
le fue concedido el mundo subterráneo. Allí, con su reina, Perséfone, a quien
había raptado en el mundo superior, rigió el reino de los muertos. Aunque era
un dios feroz y despiadado, al que no aplacaba ni plegaria ni sacrificio, no
era maligno. En la mitología romana, se le conocía también como Plutón, señor
de los ricos, porque se creía que tanto las cosechas como los metales preciosos
provenían de su reino bajo la tierra.
El mundo subterráneo suele ser llamado Hades. Estaba dividido en dos regiones: Erebo, donde los muertos entran en cuanto mueren, y Tártaro, la región más profunda, donde se había encerrado a los titanes. Era un lugar oscuro y funesto, habitado por formas y sombras incorpóreas y custodiado por Cerbero, el perro de tres cabezas y cola de dragón. Siniestros ríos separaban el mundo subterráneo del mundo superior, y el anciano barquero Caronte conducía a las almas de los muertos a través de estas aguas. En alguna parte, en medio de la oscuridad del mundo inferior, estaba situado el palacio de Hades. Se representaba como un sitio de muchas puertas, oscuro y tenebroso, repleto de espectros, situado en medio de campos sombríos y de un paisaje aterrador. En posteriores leyendas se describe el mundo subterráneo como el lugar donde los buenos son recompensados y los malos castigados.
El mundo subterráneo suele ser llamado Hades. Estaba dividido en dos regiones: Erebo, donde los muertos entran en cuanto mueren, y Tártaro, la región más profunda, donde se había encerrado a los titanes. Era un lugar oscuro y funesto, habitado por formas y sombras incorpóreas y custodiado por Cerbero, el perro de tres cabezas y cola de dragón. Siniestros ríos separaban el mundo subterráneo del mundo superior, y el anciano barquero Caronte conducía a las almas de los muertos a través de estas aguas. En alguna parte, en medio de la oscuridad del mundo inferior, estaba situado el palacio de Hades. Se representaba como un sitio de muchas puertas, oscuro y tenebroso, repleto de espectros, situado en medio de campos sombríos y de un paisaje aterrador. En posteriores leyendas se describe el mundo subterráneo como el lugar donde los buenos son recompensados y los malos castigados.
Afrodita
En la mitología griega, diosa del amor y la belleza. La diosa del amor griega, a quien se conoce en la
Mitología
latina con el nombre de Venus. Casi todas las culturas antiguas encontraron una
personificación para el Amor y la Belleza. En la Iliada de Homero
aparece como la hija de Zeus y Dione y otras leyendas posteriores la
identifican como hija de Urano, nacida luego de que Crono cercenara sus órganos
sexuales y los arrojara al mar.
La diosa que
se dio a conocer emergiendo a través dé las olas del mar, era tan hermosa que
todos los habitantes del mar se reunieron para admirarla. Cuando, la diosa vio
la luz del sol por primera vez, montada en un carro hecho con una concha de
mar, todos los seres comenzaron a disfrutar de la belleza, la alegría y el amor
con verdadera plenitud. Afrodita fue conducida desde el mar por los Céfiros
primero hasta la costa de Citera, y luego a la isla de Chipre. Allí bajó del
carro completamente desnuda, se escurrió su larga cabellera y el agua al caer
sobre la arena se transformó en bellísimos caracoles. En Cnosos se levantó un
santuario en su honor y el piso estaba completamente recubierto de corales,
piedras preciosas y conchas marinas.
Afrodita es la
mujer de Hefesto, el feo y cojo dios del fuego. Entre sus amantes figura Ares,
dios de la guerra, que en la mitología posterior aparece como su marido. Ella
era la rival de Perséfone, reina del mundo subterráneo, por el amor del hermoso
joven griego Adonis.
La noticia del
nacimiento de la criatura más hermosa que pisó alguna vez la tierra y fue
acariciada por las olas del mar, se divulgó rápidamente en el Olimpo. Las
cualidades de la diosa se comentaron entre todos los Olímpicos y, como
consecuencia todas las divinidades masculinas ardiendo de deseo y las
femeninas, incrédulas y curiosas a la vez, quisieron conocer a esta belleza sin
par. Antes de ser presentada ante los inmortales, las Horas, colocaron en la
cabeza de Afrodita una guirnalda de flores eternas y acompañaron por los aires
a la diosa, que se presentó en el Olimpo. Naturalmente Afrodita superó las
expectativas masculinas y levantó una corriente de celos entre las demás
diosas.
Tal vez la
leyenda más famosa sobre Afrodita está relacionada con la guerra de Troya.
Eris, la diosa de la discordia, la única diosa no invitada a la boda del rey
Peleo y de la nereida Tetis, arrojó resentida a la sala del banquete una
manzana de oro destinada “a la más hermosa”. Cuando Zeus se negó a elegir entre
Hera, Atenea y Afrodita, las tres diosas que aspiraban a la manzana, ellas le
pidieron a Paris, príncipe de Troya, que diese su fallo. Todas intentaron
sobornarlo: Hera le ofreció ser un poderoso gobernante; Atenea, que alcanzaría
una gran fama militar, y Afrodita, que obtendría a la mujer más hermosa del
mundo. Paris seleccionó a Afrodita como la más bella, y como recompensa eligió
a Helena de Troya, la mujer del rey griego Menelao. El rapto de Helena por
Paris condujo a la guerra de Troya. Corresponde a Venus la diosa romana en la
mitología latina.
Atenea
una de las diosas más importantes en la mitología
griega. Diosa de la Sabiduría, Atenea es la inventora de la flauta, la
trompeta, el arado, el yugo para los bueyes, el carro, el barco y la olla de
barro para cocinar. Además fue la que enseñó a los mortales los números y a las
mujeres las instruyó en la cocina el tejido y el hilado.
Atenea es la
diosa que nació ya adulta, fruto de la unión de Zeus con Métis, la diosa de la
Prudencia. Durante el embarazo de Metis, Urano y Gea advirtieron a Zeus que si
Metis daba a luz a un varón, éste destronaría a su padre del reino que tanto
trabajo le había costado conseguir. Sin deseos de correr riesgos, Zeus se tragó
a Metis. Pero cuando llegó el día del parto, un tremendo dolor de cabeza hizo
llegar a Zeus hasta los limites de tolerancia, entonces llamó a Hefesto Y a los
gritos le pidió que le abriera la cabeza de un hachazo. Así surgió Atenea,
lista para salir a la batalla.
Fue la hija
favorita de Zeus. Él le confió su escudo, adornado con la horrorosa cabeza de
la gorgona Medusa, su ‘égida’ y el rayo, su arma principal. Diosa virgen,
recibía el nombre de Parthenos (‘la virgen’). En agradecimiento a que
Atenea les había regalado el olivo, el pueblo ateniense levantó templos a la
diosa, el más importante era el Partenón, situado en la Acrópolis de Atenas.
A Atenea se la
conoce como la diosa guerreras armada con una lanza y la égida —coraza de piel
de cabra—, sin embargo no le agradan las batallas como a su hermano Ares,
porque siempre valoró muchísimo más la inteligencia y la prudencia que la
violencia. Por lo tanto es promotora de la conciliación de los pleitos a través
de medios pacíficos.
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